Un
pensamiento claro y transparente relaja la mente, no es necesario buscar formar
de aparentar o de disfrazar, todo fluye con naturalidad. Cuando este
pensamiento esta acompañado de una intención clara y transparente. Las acciones
que surgen de esta combinación traerán más bienestar a tu vida.
Hemos
aprendido a disfrazar el pensamiento y la intención. Es un juego que muchas se
animan a jugar, sin darse cuenta que es su propio bienestar el que se va
perdiendo. Iniciar el juego resulta fácil, finalizarlo es cada vez más difícil.
Una vez que aprendiste que tus pensamientos e intenciones claras pueden ser
perjudiciales necesitaras grandes dosis de confianza y valentía para desafiar
esta creencia.
Los
pensamientos y las intenciones claras transmiten energía positiva a quién se
anima a concebirlos y a quienes los reciben. Es más simple fluir sin las
barreras que construimos para protegernos. Que derrumbar las barreras que hemos
construido para entonces poder fluir.
Tarde
o temprano nos damos cuenta que todo puede ser más simple, más fluido y
especialmente más enriquecedor para todos.
Cuidar
la calidad de nuestros pensamientos e intenciones es una responsabilidad
personal que repercute en la calidad de nuestra vida y la de quienes nos
rodean. La más importante de las creaciones inicia con un pensamiento y una
intención.
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