Reconocer
que es posible cambiar el punto de referencia, es un primer paso en el camino
de la apertura, la flexibilidad y especialmente del cambio conciente de nuestro
ser. No es preciso quitar meritos o valor al punto de referencia anterior para
entonces vernos forzados a cambiar. Más bien es reconocer que en cualquier
punto que nos paremos nos faltará información para apreciar el cuadro
completo.
Valor
quien soy y mi forma de actuar en cada momento es sano y enriquecedor.
Reconocer cuando es preciso cambiar algunas de esas formas de actuar y mover un
poco mi ser es también sanador y contribuye a un estado de balance. No necesito
hacer una declaración radical y absoluta. Especialmente por que se que siempre
hay espacio para la creación, la innovación y el dinamismo en mi vida.
Cambiar
el punto de referencia se convierte entonces en un ejercicio que practico con
naturalidad y fluidez. No preciso forzarme, castigarme o criticarme.
Simplemente cambio el lugar desde el cual veo esa realidad que parece nueva
ante mis ojos. Otras veces desde el mismo lugar veo con nuevos ojos esa
realidad que se renueva cuando miro desde mi corazón.
Voy
cambiando y voy creciendo en conocimiento, experiencias y sobre todo en
sabiduría. Todo es importante y nada es definitivo. Mi punto ciego de hoy es la
luz que me ilumina mañana.
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