Constantemente
tomamos decisiones en nuestras vidas, algunas parecen pequeñas, sin importancia
y otras parece grandes y transcendentales. Desde mi punto de vista todas son
solo decisiones la clasificación tiene que ver con la forma en que las
valoramos y la atención que le prestamos.
Tomar
decisiones es una tarea de la cual aprendemos todo el tiempo, a todos nos
encantaría decir que todas nuestras decisiones nos han permitido alcanzar
exactamente lo que queríamos, la realidad es que no siempre ocurre. Muchas
veces las decisiones que parecían a prueba de todo simplemente nos dejaron
sorprendidos y decepcionados.
Si
miramos con honestidad y detenimiento algunas de las decisiones que hemos
tomado y en las cuales pareciera que hemos fracasado o cometido errores, quizás
podamos identificar un aspecto que se repite. Muy frecuentemente cuando tomamos
decisiones olvidamos verificar si la decisión real y efectivamente funciona
para nosotros. Es decir, el hecho de que miles de personas todos los días tomen
este misma decisión no es una garantía de que funcionara para mi.
Aquello
que funciona para mi, solo puede ser descubierto si soy completamente honesto
conmigo mismo y reconozco mis verdaderos deseos, necesidades e intenciones. Si
en lugar de ir hacia dentro para encontrar respuesta y discernir si funcionara
para mi. Solo me voy a fuera a ver lo que dice la mayoría y trato de ajustarme
al patrón. Mis posibilidades de tomar decisiones que funcionen para mi
disminuyen.
Aquellas
que llamamos pequeñas decisiones son las que van abriendo el camino para las
llamada grandes. Si las pequeñas no funcionan para ti, andarás por la vida como
quién tiene una piedra en el zapato o quien tiene clavada una pequeña espina en
alguna parte de su cuerpo. Y esa pequeña incomodidad permanecerá ahí creando
malestar e impidiendo que estés plenamente disponible para asumir los
retos.
A
veces es difícil que otros comprendan tus decisiones, en esos casos por un
tiempo no tendrás su aprobación o simpatía pero si tu decisión funciona para ti
tendrás la fuerza para avanzar y un día aquellos que no te comprendían se
animarán a tomar sus propias decisiones quizás inspirados por tu ejemplo o
simplemente movidos por su propia experiencia o necesidad.
Haz
que la vida funcione para ti y el universo completo te lo agradecerá.