Si nuestro pedido es expresado con fe y confianza solo nos resta soltar y dejar que el orden divino actúe. Muchas veces estamos tan pendiente de aquello que hemos "pedido" que mas bien pareciera que no queremos ayuda.
Esto me recuerda la actitud que asumimos muchas veces, cuando ya sabemos lo que queremos y tenemos la decisión tomada, pero les decimos a otros que nos ayuden. En esos casos casi siempre lo que en realidad queremos es su aprobación no su ayuda, pero utilizamos la estrategia de pedir para involucrarlos y sentirnos menos responsables.
Esa misma estrategia la utilizamos muchas veces con el Orden divino, decimos que queremos que se haga su voluntad, pero en el fondo lo que en realidad queremos es que sea valida la nuestra. No es necesario jugar este juego. Es posible que decidamos libremente y que pidamos ayuda para asumir la responsabilidad con amor y valentía.
El drama en que muchas veces vivos corresponde a los juegos que jugamos en lugar de ser auténticos y honestos con nosotros mismos y con los demás.
Pide sin temor lo que en realidad quieres. Puede que necesites orientación, claridad, coraje, esperanza, mas confianza o la ayuda para realizar las acciones que corresponda. Si el pedido es autentico y honesto recibirá en el tiempo correspondiente su respuesta. Abandona el deseo de pedir aprobación pensando que el orden divino te juzga o cuestiona. Utiliza tus pedidos para lo que quieres y mereces la divinidad se complace cuando percibe la autenticidad y honestidad de tus pedidos.
Que este sea un Feliz Domingo lleno de bendiciones y peticiones que emanan del corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario