Algunas veces vivimos los momentos de la vida como si fueran la película completa. Dejandonos envolver en la situación como si cada momento que nos gusta o que nos disgusta fuera eterno.
Desde este punto de vista, la vida es como una gran fotografía donde sale toda tu historia, llena de matices de colores, de luces y de sombras. Es precisamente en el contraste donde se crea mayor impacto.
Así es la vida, mientras más cosas buscamos mayor es el impacto. Como todo el mundo a veces salimos feos en la foto, otras veces salimos preciosos, todas las fotos tienen muchas partes y aunque quisieramos la foto no siempre será igual, no siempre lograremos salir perfectos.
La buena foto como la buena vida es mejor cuando fluye con naturalidad, aunque claro siempre se le puede dar una ayudadita con Photoshop. En fin para que la foto sea buena el material tiene que serlo, es necesario poner todo para que se logre el resultado, la luz, el ambiente, el equipo, el fotógrafo. Todo tiene que estar coordinado y dispuesto.
Mirar la gran película de nuestra vida, saber que cada vez los momentos serán diferentes, que pasaran muchas cosas, que habrán errores, que lograremos éxitos, que se harán realidad algunos sueños, que alguna vez vamos a llorar, que otras vamos a reír, que los malos momentos siempre traen después momentos maravillosos, que no hay día sin noche, ni tormenta sin calma.
Esa es la vida un complemento, un contraste para sacar la mejor película.
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