Cuando
nuestro corazón y nuestra alma saben que somos bien queridos por otra persona
es inevitable que se genere una sensación de bienestar. La mayor parte de
mi tiempo tengo la dicha de experimentar esta sensación, ya que el orden divino
me ha regalado la gracia de contar con muchos familiares y amigos que me
quieren bien.
Cuando
comparto con esos seres especiales que me acompañan y yo tengo el privilegio de
acompañar en este viaje que es la vida puedo afirmar sin lugar a dudas que su
compañía es Sanadora.
La
gracia de la compañía Sanadora esta siempre disponible para nosotros, solo que
algunas veces dejamos que pensamientos o sentimientos negativos sean un obstáculo
para disfrutar de las buenas y sanas compañías. Muchas veces estamos tan
envueltos en la confusión, tan desconectados de nuestro propio centro que no
somos capaces de distinguir lo bueno, sin importar que nos este rozando las
narices.
Contar
con compañía sanadora es revitalizante y enriquecedor. Propicia un intercambio
en balance y armonía que nutre a todos los presentes, dejando una sensación de
amor y plenitud.
Dejemos
atrás los sentimientos y los pensamientos que nos separan del bienestar, de la
gracia de ser una compañía sanadora para nosotros mismos y para los
demás.
Dedicado
para todas mis compañías sanadoras.... de todas las edades, culturas,
creencias, distancias y tiempos. Cuando mi corazón se conecta con el de cada
uno de ustedes solo somos almas que disfrutan de la eternidad.
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