Ayer
escuchaba algunas historias de todas las bendiciones que se asociación con el
mes de Mayo. Como algunas abuelas creían que las primeras lluvias del mes de
mayo podría obrar milagros. A mi particularmente me parece que las bendiciones
siempre están disponibles a la espera de que estemos receptivos y dispuestos a
recibirlas. Sin embargo, me encanta la idea de las abuelas de que este
mes con sus lluvias, celebraciones y alegrías pueden llegar aún más.
Con el
animo dispuesto para recibir bendiciones, compartimos la fuerza del
perdón. Ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos y por ende liberar a los
demás. Es una de las bendiciones que más nos puede llenar de alegría y luz.
Cada vez que nuestra energía queda comprometida con el resentimiento y el rencor
se hace muy difícil que podamos ver bendiciones y que la alegría pueda ser el
centro de nuestra vida.
Muchas
veces nos envolvemos en el resentimiento y pensamos que si perdonamos y dejamos
ir todo ese dolor que entendemos otros nos causaron seremos débiles y
vulnerables. Asociamos la valentía con soportar dolor y resentimiento. Es una
interpretación con la que todos alguna vez nos hemos castigado y sufrido.
Algunas veces la luz llega a nuestra mente y nuestro corazón y nos damos cuenta
que sentirnos vulnerables es todo lo que podemos hacer en ese momento. Que ser
valientes implica ser capaces de hacer aquello que nos corresponden y que nos
hace ser mejores. Abandonamos el "parecer" y nos damos la oportunidad
de "ser"
Nuestra
verdadera fuerza no se demuestra por la cantidad de resentimiento que seamos
capaces de sostener, nuestra verdadera fuerza radica en nuestra capacidad de
perdonar. Ser capaces de dejar ir ese comportamiento, ese gesto y todas la
intenciones que traía detrás. Saberme responsable por mi forma de proceder y
entender que el otro es libre para actuar y proceder según le
corresponda.
Cuando
cierro las operaciones de mi fabrica personal de resentimientos y abro las
puertas a mi plantación del perdón las cosas van cambiando para mi. En lugar de
procesar todos los hechos por sofisticadas maquinarias que en segundos me
generan toneladas de malestares y rencores en todos los sabores. Dejo que cada
evento de sus frutos, con calma veo como los acontecimientos se desenvuelven
entonces puedo notar que cuando las cosas se dejar fluir se pueden transformar
a su debido tiempo.
Muchos
eventos y acciones que en su momento parecían desfavorables para mi, con el
paso del tiempo han sido bendiciones disfrazadas. Saber que las personas y las
circunstancias vienen y van, que no tiene sentido tratar de detenerlas, ni
tratar de alejarlas. Si vives el momento que te corresponde tal como es, todo fluirá
según le corresponda.
Utiliza
tu fuerza para tu propio bienestar, Ojala que las refrescantes lluvias de mayo,
refresquen también tu corazón manifestándose en tu vida la Fuerza del perdón.
" Con las manos abiertas y el corazón disponible emprendo mi cambio. Ese
que tanto quiero, que merezco y que tiene sentido para mi aquí y ahora.”
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