Muchas veces los intentos nos agotan y pensamos que no será posible o que será muy dificil. Si nos abrimos a confiar y a recibir la magia de la solidaridad puede transformar todo lo imposible en posible y más aún sorprendernos con gratas sorpresas.
Entregar aquello que sentimos nos corresponde entregar sin esperar nada, sin juzgar, sin preguntar puede ser más efectivo y transformador que muchas de las palabras que podamos pronunciar en ese momento. Saber que estas rodeado de personas capaces de dejarse envolver por la magia de la solidaridad llena de alegria y confianza el corazón.
Si dar y recibir son dos caras de una misma moneda, todos estamos contribuyendo en todo momento. Aporta el que da y aporta el que recibe, nadie es más grande, nadie es mejor. Simplemente todos estamos danzando al ritmo de la misma música. Unas veces a la derecha otras a la izquierda, otras arriba, otras abajo.
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