En lo mas profundo de cada ser humano se encuentra instalada la piedra filosofal junto al santo grial tan añorados por la humanidad. Solo que a medida que nos exponemos a nuestro medio ambiente vamos olvidando la esencia de nosotros mismos y empezamos a confundirnos con las manifestaciones externas de la vida.
Cada uno de nosotros al igual que la piedra filosofal somos capaces de transformar las cosas y convertirlas en oro. Si utilizamos nuestras experiencias para transcender, para aprender, para ayudar probablemente estaremos transmutando hacia para brillar mas allá de lo que esperábamos.
Expandir nuestra consciencia y profundizar en nuestra manera de mirarnos a nosotros mismos y de mirar a los de más, es la base para iniciar nuestro camino como verdaderos alquimistas. Que nuestras huellas en la vida sean motivo de transformación para nosotros mismos, que cada contactos con otros lo inspire a seguir avanzando hacia su propio sendero de luz.
Mientras escribo estas líneas muchos de los alquimistas con los que alguna vez compartir experiencias de vida, muchos de los que hoy forman parte de mi vida, pasan por mi mente y alegran mi corazón.
Que seria de este mundo si cada uno de nosotros deja de tener contacto con su piedra filosofal y su santo grial, no es preciso ir muy lejos para obtener una respuesta. Es suficiente con mirar un poco de las noticias locales e internacionales, es suficiente con escuchar y ver la desesperanza instalada en muchos de nuestros conocidos y familiares.
Esa parte de la historia lamentablemente es mas promocionada y conocida por todos. De hecho cuando alguien decide mantener el contacto con su piedra filosofal y su santo grial se convierte en un fenómeno de la sociedad, es mirado como alguien osado y hasta cierto punto un tanto loco.
Todos nuestros niños y niñas empiezan su vida en contacto con su piedra filosofal y su santo grial, transformando la adversidad en aventuras, convirtiendo a sus padres en personas especiales, en héroes. Hablando con las hadas y los duendes. Y confiando con todo su corazón en que Dios traerá a su vida todas las bendiciones que se merecen para ellos mismos y sus familiares. Sin miedo a pedir, sin miedo a reír y sin miedo a soñar. La mujer que soy hoy junto a la niña que una vez fui, y que muchas veces me acompaña, queremos agradecer desde lo mas profundo de nuestro corazón a todos los alquimistas que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida. Gracias a tantas personas que han decidido contactar con la sabiduría y lo sagrado que vive en ellos hoy nuestra vida es mas plena, satisfactoria y real.
Cada vez que nos conectamos con la sabiduría, con la belleza, con lo sagrado que vive en nosotros, abrimos la puerta para que todos los que nos rodean en este mundo hagan lo mismo. Así de simple es la esencia de nuestra misión en este mundo.
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