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sábado, 15 de enero de 2011

Escrito Dos... La paciencia es una virtud.


“La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.”
Probervio Persa

“El mejor fuego no es el que se enciende rápidamente.”
George Eliot – Novelista británica


“Si he hecho descubrimientos invaluables ha sido más por tener paciencia que cualquier otro talento.”
Isaac Newton – Matemático y físico británico
 
“La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.”
Inmanuel Kant – Filósofo Alemán
 
Hace unos días una muy querida amiga y maestra contaba que con mucha frecuencia le recordaba a su hijo que “ La paciencia es una virtud, que vale la pena cultivar” cuando la escuche entendí con mucha claridad que este mensaje no es solo para su hijo. Me parece que somos muchos los que seriamos mas felices con tan solo ocuparnos de llevar a la práctica esta frase.
Desde mi experiencia como impaciente, la paciencia era vista por mi como falta de empuje o de decisión. En muchos casos la consideraba como una excusa de algunas personas para no asumir ciertas responsabilidades o emprender nuevos proyectos. Afortunadamente el orden divino siempre es mas sabio y nos regala las oportunidades que necesitamos para modificar nuestros puntos de vista y ver el otro lado de la moneda.
Muchas veces necesitamos vivir muchas y variadas experiencias, solo para ser capaces de ver al otro lado de la moneda sin juzgar y así verdaderamente abrirnos a nuevas posibilidades.
La gracia de poder mirar desde otro lugar lo que tantas veces considere como uno de mis mejores aportes, me ayuda a comprender mejor a tantas personas talentosas que confunden su verdadero valor. La impaciencia esta asociada a la ansiedad, anhelo, intranquilidad, a la incapacidad para esperar. En muchos ambientes de negocios se rinde culto a la impaciencia, catalogándola como una virtud de los emprendedores, creativos y personas especiales capaces de transformar el mundo.
La parte que pocas veces se cuenta es el precio que pagan “ los llamados emprendedores, Creativos, Altos Potenciales” por someter su cuerpo, su mente y su espíritu a un estado de ansiedad e insatisfacción permanente para traer a la luz a una mayor velocidad sus cambios.
Para hacer mas dramática la situación muchos lideres se unen a ese culto de la impaciencia, llegando a sobre estimar a los impacientes y denigrando a los puestos de menor importancia a los pacientes.
La paciencia como virtud tiene la medida justa entre la espera y la acción, una persona realmente paciente es capaz de esperar y tomarse las cosas con calma, no porque no tiene interés, sino porque sabe el momento justo para manifestar cada una de sus emociones y realizar cada una de sus acciones.
Una persona paciente sabe que una obra maestra puede realizarse paso a paso, se regala el disfrute del proceso, realizando minuciosamente cada parte de su proyecto.
En mi experiencia personal cultivar la virtud de la paciencia ha requerido una disposición genuina de mi parte para dejar de lado muchos aprendizajes y creencias que me separan de mi propósito de ser paciente.
En algunos momentos me parece que la paciencia es difícil y que la cosecha de lo que estoy cultivando no dará frutos. En otros momentos puedo sentir y ver con claridad las bendiciones que la paciencia me ha permitido ver y cultivar.
Hoy que la vida me regala el privilegio de ver un poquito mas de lo que ayer veía, entiendo que la paciencia es precisamente la virtud mas preciada para los emprendedores, los creativos, para todas las personas que de verdad están comprometidas con su misión en este mundo.
Hoy es un día diferente, para cultivar la virtud de la paciencia en nuestras vidas, para esperar la frase, palabra por palabra. Para detenerme en cada imagen y cada mensaje que la vida me regala. Hoy es una invitación para entregar el control, abrir mis brazos a la vida y simplemente esperar.

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