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lunes, 2 de abril de 2007

La Magía del Món que llevamos dentro...


Después de muchos años de luchas por cambiar a mi Papá, la vida me ha dado la oportunidad de aprender a aceptarlo y respetarlo desde el amor y no desde el miedo o la culpa como muchas veces lo intente. Estoy disfrutando de la maravillosa persona que es mi Papá y me siento feliz y agradecida de tener esta oportunidad ahora que lo puedo compartir con el.

Mi Papá, es un señor gordito y alegre que se ríe de sus propios chistes. Disfruta de la vida con la espontaneidad de un niño y es capaz de pelear y enloquecer hasta el más ecuánime de los seres humanos.
Cuando esta alegre se ríe y vocea. Cuando esta triste grita de rabia y hace benbita con la boca.

No hay misterios con Món, sus emociones son fácilmente descifrables, sus deseos también. Quiero con intensidad, se entrega de manera incondicional, ayuda al que lo necesita y las jerarquías y el dinero son simplemente herramientas para vivir.

Anda por la vida a su propio paso, Come cuando quiere, habla cuando quiere, no le importa lo que piensen los demás. Durante años ha sido el relajo de sus hijos, ahora la debilidad son los nietos y a pesar de los pleitos de Chabela reconoce que ella es buena.

No escribe cartas ni tarjetas de felicitaciones, no recuerda las fechas que todos consideran importantes, no le importa si debe o tiene que regalar en esta o aquella ocasión. Sin embargo, es capaz de salir bajo lluvia porque a un amigo se le quedo el carro, de prepararle comida a quien tenga hambre, de dejar sus pasatiempos para que sus hijos no corran peligro o de sacrificar sus propios deseos para que su familia pueda salir adelante.

La magia de ser Món es una de las formulas reservada para quienes hemos tenido el privilegio de estar cerca del mago. Espontaneidad, solidaridad, sinceridad y por supuesto una buena dosis de locura son algunos de los muchos ingredientes que la componen, no importa cuanto esfuerzo hagas para reunir los ingredientes, para tener un instante de conexión necesitas desprenderte de todo hasta llegar a la sencillez que hay en ti.

Desde hace mucho estoy segura que mi Papá es un mago, porque cuando me hace falta fe en la gente y me siento agobiada por la vida, vasta con recordar que soy hija de Món e invocar la fueza de su legado para recuperar el ánimo y volver a reír llena de esperanza frente a la vida sin importar las circunstancias.

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