A cada momento se crea una nueva historia, de hecho cada acción tiene detrás una historia. Cuando ves a alguien comprando algo, o comiendo o conversando; ahí hay una historia para contar. Cada hecho por insignificante que parezca siempre tiene detrás una historia.
Cada nacimiento y cada muerte marcan el principio y el fin de muchas historias. La cultura, el idioma, nuestras propias interpretaciones son los ingredientes que le dan sabor a nuestras historias. Para algunos el sabor preferido es amargo, para otros es salado, para otros en dulce. A veces las historias son agridulces, pero siempre podemos elegir el sabor que más nos guste.
Cuando vas caminando por la calle y ves a la gente pareciera que solo son individuos, pero si le preguntas acerca de su vida a cada uno, te darias cuenta todas las historias que hay detras de cada persona. En ellas esta la memoria de toda la humanidad.
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