En una de las muchas escenas extraordinarias de la pelicula Scent of a woman, Al Pacino (Frank) invita a bailar tango a una joven que aca de conocer, ella que manifiesta su interés por hacerlo también le habla de su miedo y el como todo un maestro le dice: El tango es fácil, no es como la vida, si te enredas simplemente sigue bailando.
Viendo esa escena como si fuera la primera vez yo me preguntaba y que pasaría si la vida fuera como el tango, cuantas cosas más pudiéramos disfrutar y lograr si siguiéramos bailando a pesar de que se nos enredan los pies.
Cuantos momentos no vividos por miedo a caernos con los pies enredados, cuantas danzas sin disfrutar, cuantos sueños sin pies que no llegaron a su destino. El bailarín del tango era ciego y a pesar de lo que aparentemente implica no ver, bailo como todo un maestro, guiaba a su alumna de manera magistral y ambos disfrutaron el proceso.
Hoy tan solo quiero seguir bailando con los ojos cerrados, porque quien en verdad me guia es mi corazón.
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