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lunes, 8 de agosto de 2011

La fuerza del cambio


Me concentro en aquellas actividades que realmente aportan y enriquecen mi experiencia como ser humano. Dejo atrás todo aquello que ya no necesito para continuar avanzando por el camino de mi vida.
Los cambios son constantes y variados, actúan en cascada. Es suficiente un pequeño movimiento para desencadenar un gran cambio. Pretender detener el movimiento luego que se ha iniciando es nadar contra la corriente. Podemos terminar ahogados y agotados.
La fuerza del cambio nos transforma y nos lleva a nuevos lugares. En un principio sentiremos resistencia y rechazo ante lo desconocido, en ese momento es fundamental calmarnos  y esperar si esperamos con confianza esa sensación inicial pasara y dará paso a otros sensaciones.
Cuando estamos a cierta distancia de los acontecimientos  y situaciones de la vida, es más fácil apreciar y valorar muchas cosas que se pierden ante nuestros ojos cuando estamos cerca. En realidad no son tan valiosas como las vemos en la distancia, ni tan insignificantes como las veíamos cuando estaba cerca.
El cambio tocara muchas veces nuestra puerta a lo largo de nuestra vida, algunas veces entrara sin nuestro consentimiento, otras veces será nuestro invitado de honor. En ambos casos tendremos muchos retos que superar frente a nosotros, en ambos casos las experiencias que tendremos que vivir serán las necesarias para superar con éxito la experiencia.
Lo más retador de cambiar, es que no importa cuantas cosas tengas a mano, cuando el cambio toca a tu puerta, por un tiempo solo quedan tus manos, tu confianza y tu fe para enfrentarlo y superarlo. Durante un tiempo no tienes idea de lo que puedes hacer con todo lo que tienes, durante algún tiempo quizás necesites revisar quién decías tu que eras.
Sin importar el gusto o disgusto que nos provoque, la fuerza del cambio nos abrazara en cualquier momento, su corriente nos llevará a nuevos escenarios, a nuevas aventuras. Su fuerza es la fuerza de la vida en acción. Si te resistes invertirás toda tu energía en permanecer en el mismo lugar, no cambiaras y por ende tampoco vivirás. Si te dejas guiar por el flujo, puede que te duela un poco al principio, pero luego disfrutaras de nuevas sensaciones, nuevos lugares y nuevas experiencias. Verás la vida con nuevos ojos, nuevos sabores, nuevas sensaciones.
Avanzando por la vida con todos los cambios que han llegado a mi, más todos los que yo he pedido, me doy cuenta que cambiar es la mayor manifestación de la vida. Miro con respeto y bondad a todos lo que se arriesgan a vivir autentica y honestamente, superando con amor y valentía cada reto que les regala la vida, convirtiéndose en Maestros de si mismos.

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