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martes, 7 de abril de 2009

Crónicas de un Equinoccio de Primavera.

El fin de semana del 21 de marzo, nos reunimos para recibir la primavera, tiempo de cambio en la naturaleza, en nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Y es que todos los cambios de afuera van ocurriendo en armonía con cambios que ocurren por dentro, aunque muchas veces no lo podamos percibir.

Este equinoccio, caminamos por el sendero de la vida, una camina reflexiva que nos transporta a revivir nuestra propia historia, un reencuentro con nuestras mejores experiencias, con las cambios que se han ido operando en nuestras vidas y porque no decirlo con todo aquello que ocurrió y que nos dejo huellas.  Nuestro éxito es nuestra historia, por lo cual no podemos cambiar el pasado. Pero si podemos transformar el presente y construir el futuro cada día.

Con cada paso vivido avanzamos hacia el centro mismo de la vida, y es que la magia de la humanidad radica principalmente en saber que todos somos uno, a la vez  que somos especiales e insustituibles. Las reflexiones de la caminata, nos muestran la oportunidad de dar nuevos pasos. Aprendiendo de los pasos difíciles. Avanzando con optimismo hacia  el futuro, limpiando el alma, dejando fluir la vida, viajando con nuestros pasos hacia el centro mismo del amor.

La noche inicio con colores para la vida y sabores para el paladar, una fogata, un ritual, una siembra una esperanza, y como es común que ocurra alrededor del fuego muchos se animan a cantar. Una noche en contacto con la naturaleza,, la antesala perfecta para un nuevo despertar.

La primavera nos brinda un día para celebrar, el día mundial del agua, un evento para recordar, elemento de nuestro cuerpo, nuestra vida y muestro peregrinar. En contacto con mi cuerpo, me pregunto hasta donde puedo llegar?

Conversando sobre el cuerpo, el alma y el paladar, descubrimos los secretos de la vida y el bienestar. Comida para el cuerpo, intenciones para el alma, relajación para la mente. Por arriba, por abajo la energía fluirá.

Imposible alimentar el cuerpo y el espíritu olvidar. El secreto de la naturaleza, escondido en ella esta, el secreto de la felicidad del hombre hacia solo dentro lo puedes encontrar. 

27 horas para reflexionar, 27 horas para sanar, 27 horas para amar, para caminar juntos por  el camino del bienestar.