Páginas

lunes, 29 de octubre de 2007

Chequen mi Slide Show

Sensación del Momento...


De donde viene esa fuerza que nos impulsa a lograr nuestros sueños. De donde salen las ganas para resistir los sacrificios y las frustraciones que tantas veces experimentamos por un minuto de éxtasis.
Podemos disfrazar la naturaleza, podemos escondernos detrás de las mascaras que nos regala la cotidianidad y nuestra propia resignación. Podemos huir, podemos evadir y por momentos hasta podemos olvidar lo que tanto deseamos.
Podemos hacer muchas cosas pero al final la naturaleza no se traiciona a si mismo, lo que somos, para lo que fuimos creados surgirá cuando menos lo esperemos, cuando parezca inapropiado.

Más allá de nosotros mismos están nuestros sueños, lo que nos hicieron llegar hasta aquí, conectarnos con ellos nos devuelve la fuerza, nos hace volver a surgir, nos lleva de vuelto al principio de nuestro propio fin, el amor.

la manifestación más cercana de esta reflexión la viví hace unos días, cuando dos de mis sobrinos Richard y José Andrés me preguntaron: como Papá Dios podía hacernos? que tiempo hacia que fabrico nuestra piel para que quedará tan suave.

jueves, 25 de octubre de 2007

Que mi legado sea el Gusto...


Para todos los nacidos entre el radiante sol y la bellas playas de esta isla, no es un secreto que cuando de gusto se trata nuestra fama transciende a playas extranjeras.

Y es que esa capacidad de reirnos de nosotros mismos, de disfrutar a plenitud la vida es el mayor patrimonio que tenemos los dominicanos. Nuestra herencia de razas, sabores y colores hace de nuestra capacidad de disfrutar una verdadera filosfia de vida.

En las ultimas reuniones con mis variados grupos de amigos, ha sido recurrente nuestra conversación sobre el gusto, fuimos creciendo escuchando hablar de gusto, unas veces cantado por Fernandito, con su inolvidable estribillo: No se me quita el gusto de abrazarte... que tantas hemos tenido el gusto de bailarlo. Hasta nuestra devoción por un sabroso sancocho con aguacate.

A medida que pasan los años, aprendo a valorar más el gusto de vivir, a necesitar menos esfuerzo para tomarle gusto a la vida y si este fuera mi ultimo minuto de vida...mi herencia para todos mis seres queridos seria el regalo de la terapia del gusto... que para mi no es más que enamorarnos de nuestra propia vida, aceptandola y viviendola tal cual es, sin más pretenciones que el gusto de vivir.